miércoles, 30 de mayo de 2012

Garabato #9 (Correcciones)

Encontré tu sonrisa. Corrección: Encontré tus sonrisas. Corrección: Encontré un frasco con tus sonrisas. Corrección: Encontré unos frascos con tus sonrisas. Corrección: Encontré una guarnición de tus sonrisas. Corrección: Tengo una guarnición de tus sonrisas. Corrección: Tengo una guarnición de tus sonrisas en mi alacena. Corrección: Tengo una gran guarnición de tus sonrisas en mi alacena. Corrección: Tengo una enorme guarnición de tus sonrisas en mi alacena. Corrección: Tengo una enorme guarnición de tus sonrisas en mis alacenas. Corrección: Tengo una enorme guarnición de tus sonrisas en mi cocina. Corrección: Tengo un almacén lleno de tus sonrisas. Corrección:Tengo un almacén lleno de tus risas y sonrisas. Corrección: Soy un dependiente de tus risas y sonrisas. Corrección: Soy un esclavo de tus risas y sonrisas. Corrección: Soy un esclavo de tus sonrisas. Corrección: Soy un esclavo. Corrección: Soy tu esclavo. Corrección: Tienes mi vida.

lunes, 28 de mayo de 2012

Garabato # 7 (Inside)

A veces creo que te deprimo, que soy la base de todas esas cosas que, por hoy, te entristecen y te arrastran de nuevo a esos oscuros terrenos en los que ya has habitado. Soy una de esas personillas que caminan por ahí, de las que hacen bulto con la masa colectiva, una de esas personillas que vagan indiferentes e imperceptibles para los demás. 
    A veces —la mayoría del tiempo—, no puedo conmigo mismo, con mi volubilidad y mis arranques de molestia, con mis acciones llenas de impulso y con mi resentimiento infantil. Esas son la mayoría de las razones por las que la gente me evita, me ignora y se hacen a un lado. Esas son las razones por las que evito a la gente, la ignoro y me hago a un lado. Un bonito dilema.
    A veces creo que nadie me salvará y que nadie tiene la obligación de hacerlo. Me encierro en mi habitación, escucho música y escribo una prosa tan horrenda que me deprime aún más. Soy la isla que se aleja cada vez más del continente, la que sufre por la colectiva pangea, la que algún día se hundirá.

domingo, 27 de mayo de 2012

California

En 1999, Mr. Bungle realizó el elegante y sofisticado California, un accidente geográfico que fluctúa entre el swing, el death metal, los cantos gregorianos y el pop. Después de una gira mundial disfrazándose de geishas y policías, Mr. Bungle se acabó. 

Estuve aproximadamente cinco meses sin escuchar este disco sólo para que, al fin, hoy eyaculara de la manera más musical y placenteramente posible.


sábado, 26 de mayo de 2012

Garabato #6 (Soñar contigo)

Últimamente he añadido un sueño más a la lista de mis sueños recurrentes, esos que reproduzco una y otra vez como especie de videoclips, que mi mente ingenia y edita con todas esas cosas tuyas que tanto pienso y recuerdo. Digo que he añadido uno más porque te digo, tengo una lista de éstos que van apareciendo recurrentemente cuando el sueño me atrapa.
    No detallaré el sueño porque creo que es mejor contártelo de frente, más sin embargo, opté por redactar estas palabras como una especie de bitácora en la que, la lista de los sueños recurrentes, añade uno más, siendo tú la gran poseedora de los sueños recurrentes que más me gustan.
    Contigo he vivido cosas que jamás pensé pasar, y vaya, redacto esto porque la mayoría de mis sueños recurrentes eran especie de películas de Jean-Luc Godard mezcladas con un ambiente gris y lúgubre latinoamericano. Pero, en cambio, los sueños recurrentes que me brinda tu existencia son una especie de shortfilms independientes en los que, a pesar de las extrañas historias de amor que existen en el mundo, la de nosotros siempre será la más excéntrica y jodidamente romántica.

jueves, 24 de mayo de 2012

Garabato #5 (Calor vespertino)

Te he comentado alguna vez, ¿cómo es que te imagino cuando hace muchísimo calor y uso transporte público? Independientemente de la respuesta que me des, aquí escribo lo que acontece:
    Sucede que en cada fantasía que procreo y regenero estás siempre de la misma forma: delicados pies desnudos, contrastantes a la acera, y llevas puesto uno de esos vestiditos que tienes y que, cuando usas, tus hombros quedan al descubierto, en un acto pleno de seducción meramente desgarrador. Esa es tu apariencia y tu acto se resume en una mirada fulminante que me observa y crece, que penetra hasta la más remota de mis células, lográndo que mi cuerpo no pierda el calor que ya he cogido con el sol y que, entonces, me adentra a un circulo recíproco de miradas hasta ti. Soy ahora también un observador. Soy el receptor y generador del calor más necesario.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Garabato #4 (Susurros)

¿Has escuchado ruidos extraños que parecen salir de las paredes? Creo que hay algo de esto en mi cuarto pero nunca le había puesto demasiada atención.
    No sé, a ciencia cierta, cuándo fue que me acostumbré a vivir con todos esos ruidos que parecen cuchicheos y susurros, repito, nunca puse suficiente antención.
    Hay veces en las que la inmensidad de mi mente se llena hasta el tope de ti y, con cosas tan sencillas y presentes, no me entero de muchos detalles pero lo he comenzado a escuchar.
    Todo comenzó un día de esos en los que discutimos y suelo apagar cada aparato electrónico que me rodea, quedando en completa oscuridad y un hermoso silencio. Parece estar todo mejor, todo más tranquilo, hasta que de pronto me doy cuenta de las frases y quejidos que parecen ser el ambiental silencio de mi habitación.
    Pienso que, en cierto sentido, sólo he creído en los fantasmas a la hora de leer a Julito, pero fue lo primero que se plantó en mi mente esa vez y lo vuelvo a recordar, todo está ahí, entre pensamientos de personas que se escabullen entre rincones y cadenas, que se arrastran sin cesar encima de mi techo.
    Nunca he sido cobarde en cuanto a ese tipo de hechos, más bien, tiendo a ser más miedoso de situaciones casuales en la vida humana: lo que me llevó a quedárme esa noche con los ojos abiertos para intentar descubrir patrones musicales. No puedo evitar ser una presa de la tranquilidad de la oscuridad, como tampoco puedo alterarme cuando pienso que, en mi habitación, se escuchen pláticas incoherentes y gemidos soportables mientras yo caigo, una vez más, dormido.

sábado, 19 de mayo de 2012

Garabato #29 (Todo comenzó con un cigarrillo mal opıpuǝɔuǝ)

˙oıuɯosuı oƃuǝʇ 'ǝɯɐuópɹǝd ˙sɐɹqɐlɐd sɐʇuɐʇ ǝp énb ɹod lǝ ɹǝpuǝɹdɯoɔ ǝp lıɔíɟıp uúɐ ɐǝs 'sɐɯɹoɟ sɐpoʇ ǝp 'ʎ olɹǝǝl lıɔíɟıp sáɯ ɐǝs 'souǝɯ lɐ 'ǝnb ɐɹɐd oʇsǝ oǝʇloʌ sǝuoısıɔǝp sıɯ ǝp ɐʇuoʇ sáɯ ɐl uǝ 'ollǝ ǝp ǝʇuǝıɔsuoɔ ʎos ʎ osǝ uoɔ ɐʇsɐq ou 'ou oɹǝd ˙lɐqɹǝʌ oʇıɯóʌ ɐ ɹoqɐs uoɔ sɐuısoloƃ ǝʇuǝ ɐɹnƃıɟ ǝs ǝnb ɐɯsıɯ ɐpıʌ ɐl ʎ sɐuıɹɐlıɐq uǝɔǝɹɐd ǝnb soʇuǝl soʇuǝıɯıʌoɯ ǝɹʇuǝ 'ɐzılınbuɐɹʇ ǝɯ ʎ ɐʇuǝsǝɹd ǝs ǝnb 'ɐuıʇuǝdǝɹ uóıɔɐuıɔnlɐ ɐl ǝp ɐpıuǝʌuǝıq ɐl ʎ ǝɥɔou ɐʇɹɐnɔ ɐun ǝp ozuǝıɯoɔ lǝ ǝɹʇuǝ :oƃıs ínbɐ ʎ 'sǝqɐs ol ɐʎ osǝ oɹǝd 'ǝʇɹǝʌ ǝp pɐpısǝɔǝu ɐun ɐʇǝınbuı ǝɯ ˙sǝlɐɹnʇɐu solloɹqɯǝ ʎ sɐǝpı ǝp oɾıʇloʌǝɹ oʇuɐʇ ǝɹʇuǝ ɐpıpɹǝd ɐpɐɹıɯ ɐl ʎ sɐpɐʇɐlıp sɐlıdnd sɐl oƃuǝʇ ˙ɐǝpoɹ ǝɯ ǝnb ol opoʇ uǝ ɐsɐd ǝnb ol sǝ énb ɹǝqɐs uıs sɐíp sop ʎ ɹıɯɹop uıs sǝɥɔou sǝɹʇ oʌǝll ˙ɐıɹɐuıʇnɹ ɐñɐɹƃıɯ ɐl ɹɐlıɯısɐ ɐɹɐd 'sɐuıɹıdsɐ ʎ ǝʌɐll ɐl ǝp ɐnƃɐ ǝp ɐpnʎɐ uoɔ sɐpɐsɐd ʎ sɐpɐƃɐɹʇ ɹǝs ɐɹɐd '(ɐllǝʇoq ǝp ollǝnɔ lǝp oldɯǝɾǝ oɹɐlɔ un uǝ) ɐʇuɐƃɹɐƃ ɐl uǝ uɐɹoʇɐ ǝs ʎ ǝʇuǝɯ ıɯ ǝp uɐʇoɹq ǝnb sɐɹqɐlɐd ǝp oɾnlɟ lǝ uoɔ oƃısoɹd 'osǝ opɐɹɐlɔɐ opuǝıqɐɥ 'sǝnd ísɐ ˙ollǝ ɹod ɹɐʇıɔsns uɐpǝnd ǝs ǝnb sɐıɔuǝnɔǝsuoɔ sɐl 'ǝʇuǝɯǝldɯıs 'o ǝɯɹǝǝl lɐ sɐƃuǝʇ ǝnb uóıɔɔɐǝɹ ɐl ɹod áɹǝs '—lɐɹǝʇıl oʇıqɯá oʇɔıɹʇsǝ ns uǝ lɐɯ ǝsɐpuéıʇuǝ— lɐɯ sɐɹʇuǝnɔuǝ ǝɯ soʇsǝ ǝp ɐíp un ís ǝnb 'ǝʇuǝpnɹd ʎ ɐʇuǝʇɐ sáɯ ɐɹǝuɐɯ ɐl ǝp ɹǝqɐs ǝʇɹǝɔɐɥ sǝ 'ɐɟɐɹƃóuɐɔǝɯ pɐpǝısuɐ uoɔ ǝɹƃıʇ un ǝp sɐɹɹɐƃ sɐl ɐ ɹɐlıɯıs ɐɯɹoɟ ɐun ǝp uǝsod ǝs souɐɯ sıɯ ʎ ollıɹɹɐƃıɔ un ɐpuǝɹd 'ǝɥɔou ɐʇsǝ uóllıs ıɯ uǝ ǝʇuǝıs ǝɯ ǝnb ǝp oɥɔǝɥ lǝ 'ǝʇuǝɯɐɹǝɯıɹd ˙lɐıɔuǝʇsıxǝ ɐɹıʇuǝɯ ɐl ǝp zíɐɹ ɐl ʎ oqɹǝʌ ǝdɹoʇ ıɯ ǝp ǝʇuǝnɟ ɐl :ǝɾɐnƃuǝl ıɯ ɐ sopıɔnpɐɹʇ soıɹɐuıq soƃıpóɔ ǝp ɐʇuǝɯılɐ ǝs ǝnb 'opunɯ nʇ uǝ uɐɹıƃ ǝnb sɐsoɔ ǝp uıɟ uıs lɐ ɐzılɐǝpı ǝs ǝnb 'ɹɐzɐ ǝp ɐsolnqǝu pɐpısǝɔǝu ɐun oƃuǝʇ

miércoles, 16 de mayo de 2012

Garabato #30 (En calzones)

01:25 a.m.
Esperé hasta esa hora para callárme la boca. Sé que puede parecer muy prejuicioso, pero a lo que me refiero, es al hecho de callarme de una vez por todas esas innecesarias acciones que ocupan mis días. ¿Qué pasa que no paso en lo que, según había trazado, era mi paso? No lo encuentro, tanto en la pila de libros que se acomoda en mi cabecera como tampoco en la fila de tiempos perdidos que tanto pospongo. 
   Esperé hasta esta hora para golpeárme el impulso. Sé que puede parecer muy tarde, pero a lo que me refiero, es al hecho de dañarme de una vez por todas esas intolerables palabras que ahogo en el cajón. ¿Qué sueño no duermo lo que, según había dormido, era mi sueño? No lo siento, tanto en los pensamientos que nadan en mi cabeza como tampoco en el frasco de anhelos pospuestos que tanto atesoro.
01:34a.m.

¿Dónde deje mi moleskine?

Por qué destrozarse la cabeza en la terrible búsqueda y resolución sobre lo bien o mal que están las cosas, cuando en el sacrilegio que creemos profanar o el bien que queremos obtener, sin más, no llega. La libertad es la búsqueda de la misma, vivir así. Es el llanto que arrojámos al agua que bebemos y el silencio que guardamos a la hora de charlar. Hoy no esperes el desayuno en tu cama mientras el reloj marca las 3 pm, y la gracia más preciada sigue siendo aquel hecho de verse a uno mismo frente al espejo, sal de la caverna y exhala bocanadas de humo mientras inhalas smog: Engendra tu secuencia.

sábado, 12 de mayo de 2012

Dale gracias

Abre tus viejas cosas
junta tu maquillaje alguien se acerca
cierra los ojos, siéntate
dale gracias por estar
dale gracias por estar cerca de ti
sobre los viejos muebles
prende otro cigarrillo
esta poesía viene a buscarte y además
dale gracias por estar
dale gracias por estar cerca de ti
este ensueño es un silbido más en el viento
y un guerrero no detiene jamás
su marcha
puedes hallar la jungla
entre estos edificios puedes rentarla o bien destruirla
y además
dale gracias por estar
por crecer y engendrar
cerca del bien que gozaste
y además
dale gracias al ángel
por crecer y por luchar
cerca del bien que gozaste
y además
dale gracias al ángel
dale gracias por estar cerca de ti
es inútil que pretendas brillar, con tu historia personal
recuerda que, un guerrero no detiene jamás su marcha

Anselmo, el lluvioso

Anselmo el lluvioso se limita a mirarte:
Siente que el fin de tus males
 llegará 
con 
un 
beso 
que él te dará;
Reclama tu atención 
con 
simples suspiros 
modestos
y anarajnados
que inciste
en crear;
Aumenta
el volúmen
de 
su
pecho
cuando pasas 
frente a
él;
Engendra imágenes
en 
su 
cabeza
en donde
te toca
te
moja
con
la punta de 
su
lengua;
Anselmo el lluvioso 
se
masturba 
con 
tu
foto
dos
veces al
día, 
una 
en la
ducha
y otra 
en 
los baños
de la 
oficina;
Insiste en observárte
entre
los estantes
que
procuras
ordenar
y las
plantas
artificiales
que tanto
polvo
has dejado
alojar;
Anselmo el lluvioso
fantasea 
con tu 
cuerpo 
de
mujer madura
y
entre
cada 
junta labral
acaricia 
su pene
pensando
en que
es tu
mano
de 
señora
de limpieza
la 
que,
al fin,
actua
como siempre
ha 
soñado.


DSC01380.jpg

La primera vez que describí esa foto fue ante una audiencia de dos animales y un humano dormido. Sí, recuerdo que tu pequeña cachorra yacía dormida debajo de la mesa, mientras una cucaracha se paseaba por la intersección de las dos paredes y el techo de tu sala, y tú, tú estabas plenamente dormida sobre mi pecho. 
    Recuerdo que la osbervaba en aquel viejo móvil que tenía. La devoraba día y noche, mientras más tiempo pasara frente a esa pantalla de 240x320 era mucho mejor, y vaya que lo hacía. He de admitir que aquella fotografía despertaba en mi una desorbitante cantidad de fantasías, desde la más romántica y empalagosa hasta la más vil y brutal situación de deseo. Era tan subjetiva que se prestaba para casi cualquier destello de dulzura y perversidad. 
    Sí, la primera vez que la describí lo hice susurrándolo a tu oído. La audiencia eran los presentes y tu pequeña oreja era el destino, el receptor deseable y final de todo ese flujo de  encantadoras y grotescas palabras tan mías, tan abrumadoras hacia la paz del entorno.
    Era más o menos esta hora: los perros ladraban, todos parecían estar profundamente dormidos y tú eras el equilibrio entre frases armadas de tabaco, caricias en el cabello y la majestad de la noche.

La foto, obviamente, no será posteada.

martes, 8 de mayo de 2012

Oye, tengo algo que decirte

Hey nena,

¡Bancate ese Defecto!

Acabo de cruzar...



Garabato # 31 (Escapando hacia ti)

Entre tanto proyecto final escolar no he podido emprendérme en cosas como la escritura y la literatura, más sin embargo, el tiempo que le dedicaba a estas actividades ahora lo dedico a dormir. Dormir ahora es una de mis prioridades, tanto por el enorme cansancio —sobre todo ocular— que dejan dichos proyectos, así como el calor de Monterrey y la enorme necesidad de ti que siempre me habita. 
    Cuando duermo no hay limitantes, ni temporales ni geográficas, mucho menos las escolares. Dormir es ese vicio recurrente del que todo humano depende, es la salida a las responsabilidades y la toma de lo deseado, en mi caso: tú.
    No mentiré diciendo que de los múltiples sueños que tengo cada noche apenas si recuerdo unos cuantos, pero estoy más que seguro que en todos, y cada uno de ellos estás presente, como el sol que me ilumina, ese sol que adoro y del que dependo, en cada uno de sus complejos resplandores de los cuales, siempre, me dejo llevar hasta a la insolación que busco y encuentro cada noche. 
    Con el simple hecho de apagar las luces y dejar que los fluidos químicos de mi cabeza hagan su trabajo, añadiendo entonces  las seis letras de tu nombre que viajan en mi cuerpo, consigo tenerte, tenerte tan libremente hasta que suena la alarma de las nueve de la mañana.

   

lunes, 7 de mayo de 2012

Apunte aleatorio 1

Tengo un amigo que se parece tanto a Roberto Bolaño en sus épocas de México D.F., me parece tan infeliz...

martes, 1 de mayo de 2012

Confesiones debajo de la mesa

Imagino vidas, vidas que son diferentes a la mía como simple ejercicio de escritura. Tengo una imaginación activa y una vida de lo más casual.