domingo, 5 de diciembre de 2010

La estupidez de buscar capicúas de cinco a seis

Se me ha presentado un nuevo problema, ocupar mi tiempo. Tiempo que ya tenía ocupación, tiempo que se cambio por la escuela, escuela que se terminó. Comienzo a pensar que sería bueno trabajar u ocupar ese lapso en la ocupación anterior, luego sin empezar a actuar atravieso el tiempo y parezco acabar sin más que escribir estas torpes palabras. Ella me ocupa en todo el tiempo y eso no es ninguna novedad, pero en este mes no tengo ocupación de cinco a seis y parece ser un momento de relajación. Relajación sin sensación, algo así como distorsión sin ser absorbida por la brusquedad del momento. Y pasan las aves que cagan los autos que pitan en las calles, mientras la raspante bocanada gris se libera de mi boca y no me doy cuenta de que la estupidez de buscar capicúas de cinco a seis, se a establecido.