miércoles, 27 de junio de 2012
Garabato #21 (Moi non plus)
Eres mi musa, la más elemental de mis presencias. Abarcas mi entorno en un baile que persiste, que bailas y no entiendes del todo.
Sales a bailar, la pista es completamente tuya. Vas perdiendo el control que alguna vez pensaste llegar a tener. Mírame fijamente, te amo y ya.
«¿Quién?», dice tu sonrisa. «Es él», dice tu boca. Eres mi musa, la energía de mis dedos, el universo de mis sesos. Seguimos bailando, es la canción que amo y la que no conoces, esto es el living, esto es el llano de los enamorados danzantes.
La pieza continúa. Bailamos, dáte cuenta de mi torpeza, mi miedo y el ridículo que estoy dispuesto a hacer sólo para ti. ¿Entiendes que te amo, que te amo y ya? No necesitamos el «mucho», el «muchísimo». Te amo, te amo como tú a mi, como nadie ama.
«Je t'aime... moi non plus». No es tampoco: te amo y ya.
Garabato #20 (Un minuto)
Abre la puerta. Tal vez me encuentres, tal vez ya no. Tal vez esta sea la carta que no quieres leer. Mejor no. Escribo esta nota para que sigas instrucciones y llegues al final del drama que empiezas a pensar. Abre el sobre, abre los ojos y, por último, abre el espacio. No. Ésto no será lo último. Espera un poco más. Quiero que hoy me encuentres entre el agua de la llave, entre el aire que suspiras y el eco de tu voz. Hazlo, llénate de mi. Hoy no puedo estar frente a ti. Abreme, soy Jorge. Abreme y cierra este acongojo, descubreme despacio. Respira y exhala lentamente. Sentirás el silencio de mi mirada mientras el puño de mis desgracias se desvanece entre el viento, viento que se esfuma en cuanto sigues estas instrucciones para robarte un minuto de tu tiempo. Perdón.
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33 garabatos literarios,
deseos que vienen tras apagar la lampara del buro,
dio come ti amo,
los perros romanticos,
pura,
tiempo
martes, 26 de junio de 2012
Garabato #19 (Credulidad)
Siempre espero verte ahí
en la misma parada del camión
dándome la espalda
infinito fluir.
La esperanza de cada día,
ilusión penosa de lo que no ocurre: alusinación
Voltéo: miro: mormuro tu nombre
Sonrío tu nombre,
mi mesa de discusión
Añado fantasías a
las visiones bajo los párpados,
ocurrencias desesperadas
de aquel día que no llegó:
Credulidad
Espero verte ahí
parada dándome la espalda
sin que me veas,
sin que baje por ti.
domingo, 24 de junio de 2012
viernes, 22 de junio de 2012
jueves, 21 de junio de 2012
Garabato #17 (Arrullo)
Hoy quiero que llegue la noche. Sé que cuando tanto deseo la llegada de ésta es para estar en casa, tranquilo, leyendo, pero hoy sólo deseo verte dormir.
Quiero ser yo quien te acueste esta noche, con un beso en la frente y un te amo especial. Quiero cuidarte y sentirte tranquila ante mi, en un acto de posesión natural y sumamente necesario.
He sentido esta necesidad tremenda de consentirte, mimarte, hacerte sentir una reina que posee un sin fin de riquezas no-materiales.
Te contaré el cuento que me pidas, te daré los besos que tú me digas y te cuidaré en los sueños que tengas.
Escucha el último murmullo, soy yo tu único arrullo.
Garabato #15 (Eyes Open)
Añoro besarte.
Añoro besarte en la noche.
En la noche quiero cuidarte.
Quiero quedarme y morir.
Adoro el silencio.
El silencio que engendramos al momento.
Momento en que nace el comienzo.
Un comienzo de dulce fricción.
Muero por tus pechos.
Hermosos.
Chiquitos.
Tus pechos.
Un paladar ahogado en éxtasis.
Sueño con el ruido.
El ruido que surge del acto.
Gemidos.
Rasguños.
El placer de que seas
para mi.
Cierro los ojos.
domingo, 17 de junio de 2012
sábado, 16 de junio de 2012
Gauss-Jordan errado
Habito
en el espacio que desprecias. Sonrío entre silencios vespertinos. Sucumbo bajo
el ala del itinerante planeador. Eso soy, en el más acertado de tus
pensamientos, alejado de todos sus sentimientos y engendrado de un firme sudor.
Mi voz no se encuentra en las radiofrecuencias, mucho menos en los gritos
vecinos, hablo quedo y sigilosamente aniquilador.
¿Cómo
bailar mientras uno se queda cojo? ¿Qué soñar cuando el ojo no ha visto el foco?
¿A quién coger cuando hay que cagar?
Actualmente me muevo entre la gente, sangre menstrual entre los dientes
y bellos pétalos en el morral. Decoro mi vista, te beso la frente y me adentro
al vaivén visceral.
Habito
en el espacio que alimentas: sonrío desnudo entre caminos: sucumbo cual amante
ruiseñor.
Reniego entre cada variante de mi mente. Profecías que van más allá del
dolor y el anarquismo social. Soy el jilguero de la mañana, el luchador de la
cantina mala muerte, el hijo que no tiene sabor. Poseo la más superficial de
tus mamadas, la máscara de todas tus mañas y el viejo calzón que aniquiló.
¿Cómo escuchar entre el ruido de tu hocico? ¿Qué perversidad recordar
cada domingo? ¿Qué caricia te gusta a ti más?
Soy
caucasoide por naturaleza, un bostezo frente a la mesa y vivo en tu jaula
levantando el dedo pulgar.
Garabato #13 (Guanajuato)
Quise voltear a ver el mundo y te vi. Era de suponer que encontraría algo hermoso entre todo ese destrozo que se llama vida, sí. Te vi: Cegada entre amapolas y deseosa de caricias con aromas y un poco más, un latido más que te enviase la respuesta que buscabas entre risas y olas, entre tanto cuchicheo capital.
Quise saludarte aquella tarde y tú a mí. Había pasado algo entre los sonetos que yo vomitaba y pastillas que tragabas, un momento de reserva que se anteponía a mis manifiestos en las nuevas revistas y a las sillas en las que llorabas, un saludo que era la unión de dos iguales sinfonías.
Quise alcanzarte y me fui. Viaje hasta la vieja ciudad colonial para encontrarme con la chica de la mirada penetrante, la que salía a capturar momentos con la más ambiciosa intención. Viajé, fumé, llegué, fumé, esperé y esperé en la ansiedad y la tensión. El momento más extenso era también el más intenso: todo con la urgente necesidad de amarte.
Quise tranquilizarme y el tiempo era un infinito abismo de ansiedad. Llegabas tarde y la cajetilla no tardaba en llegar hasta el final, pero el final no figuraba aún, era el comienzo, el seguimiento del comienzo que apenas empezaba a figurar.
Quise y lo hice: pensé que no llegaría, que se largaría toda intención con un mensaje de texto, sin un solo beso, sin una jodida oportunidad de mostrarte todo lo que en mí cabía. La ansiedad ha sido siempre prefabricada, consolidada y ejecutada para mi malestar y ésta claramente podría ser la más delicada: el producto del silencio.
Quise voltear a ver el mundo y te vi. Era de suponer que encontraría algo hermoso entre todo ese destrozo que se llama vida, sí. Te vi: Llena de maletas y de un gran retraso, en tu boca una paleta y en mi pensamiento un tímido abrazo, era lo que pasaba pero no sólo eso. Pasaba que llegabas, que me saludabas y me encontrabas fuera de lugar, fuera de foco. Intentabas disculparte mientras yo te perdonaba y callaba, a la vez, con un solo beso.
miércoles, 13 de junio de 2012
Garabato #11 (Suspiros para los días de la vida)
Aparentemente pasa poca cosa: días de cumplimiento rutinario, huracanes primerizos y charlatanería política de toda la vida.
En mi día a día existe una esperanza, una visualización fantasiosa llena de deseo, en donde nos hablamos de frente y hemos alcanzado la más añorada de las recompensas.
Aparentemente el mundo da vuelta una y otra vez, siendo él mismo, girando y girando para revolver la otredad de la naturaleza humana y su relevancia posmoderna.
Aparentemente sigo siendo el mismo, con las mismas actitudes y aptitudes, con las mismas canciones y las nuevas aficiones que, al fin de cuentas, pueden ser redundantes; pero algo más sucede, un acontecimiento imperceptible por la indiferencia diaria, un aumento desmedido que se expande peligrosamente.
Hay algo en ti que aún no puedo explicar, una reacción o instrucción que parece estrictamente proclamada para ser, yo, el firme receptor y poseedor de dicha incertidumbre.
Aparentemente el día se disuelve sin haber cumplido su objetivo en mi alcance, pero mi alcance se ha sobrepasado y apresurado a contradecir las palabras antes citadas. No todo es lo que aparenta y lo digo por la reacción, esa reacción que se crea en mi ser hacia el tuyo, la cual colectivamente se denomina amor y que, sorpresivamente, se desborda cuando tú me abordas.
Tu amor me obliga a quebrantar todos esos ciclos que respiro, sustituyéndolos por un enorme aire formado por suspiros que nacieron por mi causa.
martes, 12 de junio de 2012
sábado, 9 de junio de 2012
Absurdo
Es cierto que parpadeo tres veces cuando no sé qué decir, en cuanto que, mi mente, enumera listas de frases que se aproximan a mi lengua dispuestas a salir en reacción del momento. Más, sin embargo, mis palabras se hunden entre mi lubricada lengua y se ahogan en lagunas de saliva previamente preparadas. Silencio.
martes, 5 de junio de 2012
Revista Libélula
El primer texto que me publican "Amoxicilina" en la Revista Libélula.
acá el link: http://issuu.com/libelulalarevista/docs/libelula15
sábado, 2 de junio de 2012
Garabato #10 (Sabernos estando)
Háblame de tus sueños, de lo que acontece en tu mente cada que te acuerdas del cielo. Dime qué sientes cuando bebes un poco de agua, cuando el silencio es llano, cuando cierras los ojos. He estado sentado y pensativo desde que me desperté, ensamblando esbozos en donde tu mirada encaja y penetra con un feeling de posesión necesario, un requerimiento más que urgente en el que bailamos los dos.
Cuéntame qué vez en el reflejo de la noche, qué es lo que sucede en tus pensamientos de ducha diaria, qué es lo que deseas más en este momento. Quiero saberlo, quiero saberlo todo, saber de ti, saber explicar y saber razonar tu existencia de principio a fin. Quiero que el momento dure y que no dudes en alargarlo aun más.
viernes, 1 de junio de 2012
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