martes, 6 de noviembre de 2012

Estoy casi seguro de que el comienzo de esta corrida fue el final de aquella tortura

    «Son las ocho con catorce minutos y mi voluntad sigue siendo tan pequeña como ayer»... «¿Cuántos minutos han abarcado las ocho con catorce en mi cabeza, cuánto más durará este eco?»...
«Sería extraordinario, si, verdaderamente extra-ordinario el hecho de que alguien ajeno a mi, o a ella, bajara desde el cielo y me indicara el camino que sigue después de las ocho catorce»...«Eso es un Deux ex Machina»... «No recuerdo su nombre, ella no es la de la imagen en mi cabeza»... «La palabra Puzzle reluce en mi frente cada que me veo al espejo en las mañanas»...
    «¿Dónde quedaron sus gemidos, serán esclavos del viento?, ¿del tiempo?, ¿de las ocho con catorce?»... «Se fue»...
    «No entiendo el sonido que deberían figurar sus labios, qué querrá decir?, ¿estará diciéndome que se encariñó ya?»... «Soy el fruto del miedo consecuente de mis actos impulsivos»...
    «Ocho con catorce»... «Sólo recuerdo otra cogida como esta, sólo una y fue con otra, con la de la imagen en mi mente»... «¿Quién soy?»... «Sus leves llantos resonaron en la habitación hasta lograr fundirse en las heridas que dejaron las uñas de la otra mujer en mi piel»... «Ella es otra»... «¿Quién soy?»... «Ocho con catorce»... «Al terminar se posó en mi pecho cariñosamente para, después, comenzar a detallarme su vida tras el vaivén de mis pulmones»... «¿Qué quiere de mi, qué hice para merecer esto?»... «Mi mente me está ganando, ya no veo a esta chica, la que se supone que está aquí, es aquella, la otra: cabello rizado, olor a fresa»... «¿Ocho y cuánto?»...
    «Ocho con catorce»... «Si, ella fue la que me sodomizó, la china»... «Había látigos en el buró, la luz era roja»... «Ocho con catorce»... «Su piel blanca captaba mi atención, sus pechos pequeños brillaban bajo los reflejos de mi lujuria, su vagina sonreía»... «Me dolió»... «Quiero más, más, por favor»... «Lo merezco»... «Ella planchó su cabello y después siguió hasta mi para quemarme delicadamente en los muslos»...  
    «Ahora me llamo Elisa y jamás te enamorarás de mi»... «Prepárate, son las ocho con catorce».

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