miércoles, 29 de junio de 2011

30 de abril (II)

"Nos conocimos –como le dije-, en una tertulia de jóvenes escritores, ella es pintora, y llego ahí junto a su primo Roberto, el más publicado en esos tiempos. Yo tenía apenas diecisiete años, y hacía un año que radicaba allá, pero he de decirle que me sentía algo vacío, yo en ese entonces no escribía mucho, más bien, leía a montones y por circunstancias familiares, me fui obligado a estudiar arquitectura. El caso fue que salí un momento del bar en el que nos encontrábamos y la vi allí, a las puertas del lugar, con un cigarrillo en los labios y mirando fijamente un anuncio panorámico en blanco. Me habló de su extraño sentir al ver siempre, el comienzo de los números telefónicos capitalinos con varios cincos. No recuerdo que respondí, pero acto seguido, Natalia me invito un cigarrillo."

L.B.

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