lunes, 11 de julio de 2011

Baño de mujeres y palomas

Blancas fuentes de marfil las de la plaza Zaragoza. Pulcras y efímeras visiones en el acto del solsticio, atrapadas en cascadas. Renato se sienta aflojando la corbata, sonata atípica, se asoma la piel. El agua y la obra de la arcaica timidez aseguran el picaporte y el sello laboral. Bienvenidos al místico baño subliminal. Cantando versiones de instintos animales, se encuentran palomas, enfatizando la pureza y alocando las hormonas de las pálidas mujeres, se duchan ausentes con Renato presente, de frente a una ninfa, besando su vientre. Renato se pierde de rodillas en la fuente, desnudo hasta entonces se encuentra mojado, ahogado/drogado. Murió sin darse cuentea de que al baño de mujeres y palomas nunca fue invitado.

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