"Después de esto, nos metimos al bar que estaba al lado, un baresito donde tocaban salsa, creo que más bien se trataba de una pulquería. Bailamos toda la noche, yo era un asco, ella era hermosa. Recuerdo que mis enormes lentes se me resbalaban de la nariz con cada brusco y sensual movimiento que ella cometía, fue sinceramente, un shock. Y así tras bailar hasta el cansancio y tras varias jarras de cerveza, terminamos en un hotelito que, ya había visitado en mi primera semana mexicana."
LB
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