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domingo, 17 de febrero de 2013

Paso fino

Solo para que te quede claro 
Estaba dispuesto a negarme todo el tiempo 
Pero se que como estas pensando en mi ahora 
Puedo persuadirte a que lo hagas 
Entonces quiero que me llames enamorado 
Tierno, suave, también puedes decirme cariño, ángel 
Mejor llamáme deseo, papito, chongo, caballo, hipogrifo y delirante 
Llamáme loco, fresco, tímido, discreto, atento y caballero 
Llamáme primero. 
Porque no probás con anunciarte 
Llamáme a gritos con calentura 
Diciéndome sexy en egipcio 
Llamáme amigo, común, elegido, regalo 
Llamáme para inventar caprichos 
Llamáme con nombres falsos 
Llamáme Ricardo, Segismundo, Petardo 
Llamáme para mostrarme cosas prohibidas 
Llamáme grosero, puerco 
Llamáme señor 
Llamáme como susurrando el estertor secreto de tu alma 
Llamáme dibujando con el hilo de baba a un culo 
Llamáme para mostrarme cosas prohibidas 
Llamáme cobarde, pirata, atorrante y bucanero 
Llamáme gentuza 
Llamáme campeón, maricón y misogeno 
Llamáme su majestad y rendime plestecia de la buena, de la que da alegría 
(Despacio, suavecito… más despacio) 
Llamáme dios, juez, autoridad y esclavista 
Llamáme diciendo sin sentidos 
Llamáme miserable, patán, embustero 
Llamáme dictador, formidable, fulano e impostor 
Y si crees pertinente, llamáme macho 
Llamáme peleador…

lunes, 20 de febrero de 2012

Serenity 01:23

    Volteo al cielo y observo una nube que espero estés viendo también. Sé que me miento, que no puedes con eso, Sé que me miento al pensar que tu espacio abarca el mismo aire que el mío y al pensar que mi voz puede alcanzar a rozar tu piel. Trato, trato de entender...
    Apago la luz de mi recámara y me desvisto en silencio, la rutina que abarca ese negro llano ocular en donde se frena mi ansiedad. Yazco así, aislado en un espectro virginal, casi sagrado, donde el esperar conlleva un ritual de desnudez sumamente necesario con el claro objetivo de volver a atraerte hasta mi. Las prendas estorban y el aura crece embarrándose sobre las paredes.
    Soy el centro del recinto, el silencio, el comienzo que se vuelve tu existencia. Me nombro en todos los sentidos, con todos los latidos deslumbrantes y cegadores. Voy: Me aclarezco.
    Me meto en la cama con la intención de sentirte, de oler tu regreso base a mi esfuerzo. Aguardo entre fantasías y observo entre celosías intuyendo la llegada de la risa de la mañana y, por ende, tu esplendor. Un sueño profundo en una caída del espectro sensorial que despiertan tus senos y tu vagina al deslumbrar mi serenidad.