Solo para que te quede claro
Estaba dispuesto a negarme todo el tiempo
Pero se que como estas pensando en mi ahora
Puedo persuadirte a que lo hagas
Entonces quiero que me llames enamorado
Tierno, suave, también puedes decirme cariño, ángel
Mejor llamáme deseo, papito, chongo, caballo, hipogrifo y delirante
Llamáme loco, fresco, tímido, discreto, atento y caballero
Llamáme primero.
Porque no probás con anunciarte
Llamáme a gritos con calentura
Diciéndome sexy en egipcio
Llamáme amigo, común, elegido, regalo
Llamáme para inventar caprichos
Llamáme con nombres falsos
Llamáme Ricardo, Segismundo, Petardo
Llamáme para mostrarme cosas prohibidas
Llamáme grosero, puerco
Llamáme señor
Llamáme como susurrando el estertor secreto de tu alma
Llamáme dibujando con el hilo de baba a un culo
Llamáme para mostrarme cosas prohibidas
Llamáme cobarde, pirata, atorrante y bucanero
Llamáme gentuza
Llamáme campeón, maricón y misogeno
Llamáme su majestad y rendime plestecia de la buena, de la que da alegría
(Despacio, suavecito… más despacio)
Llamáme dios, juez, autoridad y esclavista
Llamáme diciendo sin sentidos
Llamáme miserable, patán, embustero
Llamáme dictador, formidable, fulano e impostor
Y si crees pertinente, llamáme macho
Llamáme peleador…
Mostrando entradas con la etiqueta serenidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta serenidad. Mostrar todas las entradas
domingo, 17 de febrero de 2013
lunes, 20 de febrero de 2012
Serenity 01:23
Volteo al cielo y observo una nube que espero estés viendo también. Sé que me miento, que no puedes con eso, Sé que me miento al pensar que tu espacio abarca el mismo aire que el mío y al pensar que mi voz puede alcanzar a rozar tu piel. Trato, trato de entender...
Apago la luz de mi recámara y me desvisto en silencio, la rutina que abarca ese negro llano ocular en donde se frena mi ansiedad. Yazco así, aislado en un espectro virginal, casi sagrado, donde el esperar conlleva un ritual de desnudez sumamente necesario con el claro objetivo de volver a atraerte hasta mi. Las prendas estorban y el aura crece embarrándose sobre las paredes.
Soy el centro del recinto, el silencio, el comienzo que se vuelve tu existencia. Me nombro en todos los sentidos, con todos los latidos deslumbrantes y cegadores. Voy: Me aclarezco.
Me meto en la cama con la intención de sentirte, de oler tu regreso base a mi esfuerzo. Aguardo entre fantasías y observo entre celosías intuyendo la llegada de la risa de la mañana y, por ende, tu esplendor. Un sueño profundo en una caída del espectro sensorial que despiertan tus senos y tu vagina al deslumbrar mi serenidad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)