Todos se reían mientras tu buscabas la estabilidad entre el mundo en el que creías encontrarte y el que intentaba robarte. Mentiría si te dijera que no lo hacía. Tienes mi palabra de que empezaba a dominarme la inseguridad y a vencerme el impulso de llevarte. Nada mas me importaba, nada de risas ni de disturbios, solamente la transformación. Varios pasaron, otros miraron, pero nadie distrajo la conexión que algún día pensaste vivir. Ya no estas oh, vieja ilusión, aunque sé que te voy a encontrar. Sé que las montañas no se mueven, mas nadie dijo que las movería.
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