También un poco lento. Me gustaría pensar que los pequeños detalles y los simples momentos bochornosos, son en realidad un complemento de una pequeña parte diferente a lo cotidiano, a lo tolerable y que en conclusión, fueron inventados para hacer las cosas un tanto más odiosas. Supongamos que entre tú y yo no hay estas interferencias y que nos vamos, te compraré un sombrero rojo y te gustará, pero no será un detalle más, si no que se convertirá en un tesoro. Lo usarás los domingos y me encantará. Bastarán dos semanas para que te aburras de mí, o al menos yo lo haré contigo, porque siempre me pasa. Inventarás el término embarazoso conmigo. Te desagradará que escriba cosas extrañas y que dibuje siempre en cada espacio en blanco de cualquier papel. Mi forma de vestir te parecerá anticuada. Te avergonzará mi vocabulario grotesco y también que no sepa bailar. Dirás que no tengo remedio y que soy de lo peor. Los detalles se idearán base a lo opuesto de mi atención hacia ti. Me volveré viejo en una estancia lejana a la ciudad y simplemente me acordaré de ti en navidad, y moriré de soledad por que así lo quisimos todos.